Todos hemos escuchado hablar de los famosos “Table Dance”, pero para aquellas personas que de plano no sepan a qué me refiero, expondré una breve reseña:
Estos lugares tienen su origen en los burlesques o cabarets de los años 30´s y 40´s donde laboraban las "pastillas" quienes eran mujeres que trabajaban en algún cabaret y que se sentaban a lado del visitante y lo incitaban al consumo de bebidas por medio del cachondeo conversacional.
Con el paso del tiempo las "pastillas" cambiaron de nombre. A cada una de estas mujeres se les entregaba una "ficha" o algún boleto por cada bebida o por cada botella que lograban de cierta manera vender a los clientes, fue de aquí que se les empezó a denominar "ficheras". La labor de estas "ficheras" se enfocaba en platicar con el cliente, bailar con él y en algunas ocasiones irse a algún hotel de paso, a cambio de una remuneración económica.
En la actualidad el trabajo de las "ficheras" consiste en varias actividades que se han ido modificando con el paso de las modas. Los procesos modernizadores de los últimos veinticinco años han colaborado a estos cambios mediante la difusión de nuevos usos y costumbres sexuales.
Los bailes que realizan estas mujeres son más provocativos que antaño y ahora los cabarets se llaman "Table Dance". Actualmente, está muy de moda el striptease, que consiste en ir desnudando el cuerpo poco a poco a ritmo de alguna melodía que se complementa con una pequeña actuación sobre un escenario.
Lo anterior, es el preámbulo a la siguiente anécdota que viví hace unos días con dos amigos, omito los nombres por razones obvias. Resulta que tenía curiosidad por saber cómo eran estos lugares, su decoración, las bailarinas, qué tipo de bailes, su vestuario, e incluso la clase de personas que acudía. Así que confesé a esos amigos esa curiosidad, y me sorprendió que aceptaran que fuera con ellos; de echo uno me sorprendió más lo llamaré Sr. Lora.
Finalmente llegó el tan esperado momento, y he de confesar que tenía curiosidad, porque en algunas ocasiones, un novio que tuve hace ya tiempo, a veces llegaba con maquillaje(ni tiempo le daba pasar a bañarse al sucio ahora que lo pienso) y su argumento era que unos clientes o su jefe le pedían que los acompañara, que a él no le gustaban esa clase de lugares, pero tenía que hacerlo, que las chicas (bailarinas) se le recargaban en el hombro, y que él para que se fueran les invitaba una copa y eso era todo, que no había mayor contacto, así que decidí comprobarlo.
Bajamos del auto el Sr. Lora y una servidora, y desde que llegamos los cadeneros o vigilantes nos lanzaron una mirada de incredulidad y una risa sardónica, esperamos al otro chico al cual nombrare Sr. Cricri. Y tanto esperar para que al final no pudiéramos acceder al lugar porque era exclusivo para caballeros, desanimados recorrimos otros 3 lugares y como se imaginaran sentimientos encontrados pasaban por mis amigos y por mí.
Finalmente llegamos a un lugar donde me dejaron entrar, accesamos al lugar, del cual no diré su nombre.
Nos dieron una mesa no muy alejada del escenario, se acercó el mesero y ordenamos una botellita de tequila para calmar los nervios en mi caso o para olvidar que iban con una mujer en el caso de mis amigos.
Con pasmosidad, por lo menos yo, observaba el lugar, el escenario era algo amplio, con un tubo en medio, las mesas estaban en desnivel, vimos aproximadamente a 6 jóvenes, cada una bailaba 2 canciones, una con más movimiento y la otra más cadenciosa, que es la que utilizaban para derrochar sensualidad con sus cuerpos y desnudarse poco a poco.
Era de llamar la atención una chica al parecer Checa, parecía contorsionista, tenía una fuerza impresionante en las piernas, además de tener un muy buen ritmo que a todos prendió con sus movimientos sensuales y su canción chiquitita del grupo Abba,y miren que mis acompañantes estaban algo renuentes lo cual me hacía pensar, estos que les pasa o son gays o los intimido. Pero gracias a esta “chiquitita” descubrí que si se prenden.
Ya con más tranquilidad y pasado un tiempo fuimos adquiriendo confianza pues hasta uno de mis amigos el Sr. Cricri se animo a preguntar en cuanto le salía en que se la acercara una mujer de esas muy guapas y sensuales que trabajan en ese lugar pues el negocio de ahí es vender copas muy caras, (que por cierto no tienen alcohol) o por lo menos eso algunas chicas la aplican.
Finalmente la información que nos dieron fue otra, una que no esperábamos pero que a mi parecer fue muy graciosa y de vital importancia, ya que gracias a la mala formulación de una pregunta, nos enteramos de cómo poder entrar a trabajar en ese sitio como toda una bailarina profesional; no son muchos requisitos déjenme decirles, simplemente ser guapas delgadas y que tengan su vestuario ah y olvidaba algo muy importante tener la paciencia de estar soportando a borrachos que te toquen como si estuvieran amasando.
Tiempo más tarde, mi otro querido amigo, el SR. Lora se animo a preguntar de forma correcta en cuanto salía que una bella mujer estuviera sentadita con ellos (pues ya le había echado el ojo a la darketita) y descubrí él porque muchos hombres se quedan sin dinero después de ir a un Table, pues el chistesito sale en nada más y nada menos que una copa $350.00 y una jarra que equivale a 4 copas te sale en $450 eso creo porque la verdad a esa hora mi cerebro estaba dormido pero me parece que si así que obviamente te convenía la jarra y escoges a la chica que quieras.
Para concluir, quiero decirles que a mí me gustó ese lugar, me la pase muy bien en compañía de mis amigos y estoy muy agradecida con ellos por haber cumplido mi sueño de visitar un table y aun más contenta porque uno de ellos me confesó que le realice una de sus fantasías jaja después de responderle una pregunta inocente.
Desafortunadamente algo que no fue de mi agrado es el cómo las mujeres, se dejan tocar, por tipos asquerosos y siendo también mujer, me indigna que las traten como mercancía, ellas (muy bellas por cierto) tendrán sus razones, quizá válidas, pero no para mí, ninguna cantidad, puede hacer que pierdas el respeto por tu cuerpo, que es un templo y además que lo des por un precio a quién no lo honra, valora ni merece.
Cada quién tendrá su opinión, la cual respeto pero si me volvieran a invitar a un table seguro que si voy.